20 julio 2009

La noche


La noche se ha empeñado siempre en ocultar tras su oscuridad lo peor de nuestro mundo, las cosas que muchas veces no nos atrevemos a sacar a la luz del día. La noche piensa que tras el negro de su aureola puede pasar desapercibida y confundirnos entre su vacío. Sin embargo, ahora es de noche y nada de eso pasa. Hoy todo está oscuro y la miseria ha salido en busca de víctimas. Hoy la noche no está para engañar a nadie. Hoy quiere mostrarse tal y como es, tragarnos por completo y excomulgarse definitivamente.

Desde hace millones de años la oscuridad ha significado la antítesis de la franqueza y la pureza. Hoy la situación no ha dejado de ser similar. La noche sigue encubriendo a las personas, a esas que acechan por entre las ranuras de la inmundicia a los peregrinos. Solo los señores de la noche pueden jactarse ser y estar en ella, de crear y poseer al mundo de manera directa y esquiva a la vez. En fin, de observar nuestra alma desnuda por los miedos de nuestra infancia, esa que nos hacía encender la luz en la habitación oscura.

Precisamente la calle es el mundo, es su mundo. Los pasos lejanos son parte de ella. El eco es el miedo y su búsqueda es el silencio. La luz es parte de la nostalgia y su dueño descansa sobre su lecho. El hombre se tienta y parte a las dos menos cuatro. El camino parece vacío y no hay estrellas que observar, la luz se apaga a cada segundo y los gritos empiezan a consumir a las personas. Sabe que hizo mal y descubre que se está jugando la vida a una sola mano. La baraja no le sonríe y algo está oliendo mal…

3 comentarios:

sOFI dijo...

No entiendo. exactamente a que te refieres.

Miguel angel dijo...

Medio sórdido. me haces entrar en dudas sobre el tema que estas hablando, parece que es la noche pero y tambien las personas que habitan en ella

Marco dijo...

No em gusta poqreu no enteindo. Todo es muy ambiguo