09 agosto 2008

Abstracción

Engendrar reflexiones, parir ideas, dar a luz pensamientos, desarrollar teorías, defenderlas como tus hijos y no claudicar hasta que alcancen su máximo tamaño; hasta que se multipliquen afectando a vuestros congéneres; es trascender dentro de una urbe ociosa, aunque necesitada de seres que direccionen su intrascendente existir, capaces de orientarlos hacia el clímax del éxito, como se logra en otras latitudes ajenas al fracaso.

Éxito es el resultado favorable sobre un objetivo trazado después de perseverar para conseguirlo, resultado que todo homo desea, pero no persigue con coherencia.

La abstracción es el paso primero de toda acción; actividad pensante que conduce a desarrollar la masa encefálica de tal manera que el hombre pueda estructurar métodos que lo conduzcan hacia la realización y ésta, al liderazgo para posteriormente engrosar las delgadas filas de la excelencia y calidad de vida.

La mejor inspiración: la mira sin pestañear hacia un solo punto en el horizonte. La Meta: permanecer despierto en todo momento y mirar siempre ese punto --incluso hasta cuando el cuerpo descansa-- toda la noche, enfocará a nuestro cerebro y a nuestro corazón hacia la misma dirección que nuestra mira.

No usar el cerebro en sincronía con nuestros sentimientos para conseguir el auténtico desarrollo personal, implica autoproclamarse como un "lisiado mental", similar a alguien que ocupa una silla de ruedas incapaz de dar uso a sus piernas para la función a la que fueron creadas.

El avance tecnológico es una muestra de la superioridad mental a la que puede llegar el homo sapiens sapiens en la medida en que no sean presas de sus propios inventos, por ejemplo es interesante y hasta indignante ver cómo una pantalla audiovisual logra controlar y anestesiar por horas a esa maravilla llamada cerebro, cuyo contenido no siempre es el óptimo para desarrollarse, actividad que ha reemplazado a la pensante, puesto que al permanecer sentado frente a la caja boba o a la engreída de Bill Gates el cerebro no tiene que realizar ningún trabajo más que el de observación, ya que todo está decodificado mediante imágenes y sonidos (ver libro El Homo Videns de Giovani Sartori), lo cual supone detener la labor cerebral para su desarrollo integral.

Sugiero tener algo de orgullo y dignidad por defender la especie humana del control que tienen las máquinas sobre las mentes y poder usarlas sólo para nuestro beneficio como obtener información o recreación dosificada pues es el mal uso de los inventos de algunos hombres los que no permiten desarrollar el cerebro de otros de tal manera que lleguemos a ser también de algo como antes de que aparecieron tantos elementos distractores que gobiernan las neuronas de las mentes débiles.

En conclusión: Practica la abstracción, vive bajo una meta, persíguela y no pares hasta alcanzarla aunque te cueste toda una vida... eso haría de ti un ser trascendente y construirás un legado que dejarás como herencia.

Utiliza la tecnología, pero no permitas que los inventos de ésta te utilicen a ti.

Seamos como una onda expansiva a favor de rescatar lo más valioso del ser humano para su desarrollo integral: su capacidad de inteligencia para la que nació y su sana ambición hacia el éxito hasta convertirse en un paradigma a seguir.

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