09 agosto 2008

Lo lamentable de la censura censurable

Sí, sí, sé que no me toca hoy, pero no podía dejar pasar la oportunidad para sortear unos pensamientos, reflexiones y para no desentonar con mi compañero Jeiner, también una suerte de cavilacion acerca del festival.

Ayer entré al blog de La habitación de Henry Spencer y me topé con una entrevista a Don Edgar Saba, director del Festival de Lima, que entre otras cosas aparte, como no saber lo que es un blog y malcontestar a críticos del Festival como Ricardo Bedoya, menciona, casi con la misma indignación de Caifás, cuando se le pregunta si alguna vez vió una película pirata. Cómo Caifas, también, faltó poco para que se desgarre el saco y la corbata, y tras absorber una bocanada de cáncer, dice --casi mentándole la madre al conocido blogista-- "¡Piratas nunca¡".


La verdad que no me sorprendió en absoluto su respuesta y es que ese aire tan soberbio, esa displicencia por las gente que pasa horas en la computadora y su altanería frente a los críticos peruanos, no hacen más que confirmar lamentables sospechas que tuve de este Festival “VIP”, que pese a traer películas diferentes, por decir de alguna manera, sigue en la misma política, que tal como su director nos hace creer que es dirigido al público general, pero habrá que ver quienes van.


Una suerte de mensaje subliminal, que tal como me dijo la recepcionista al teléfono cuando llame a preguntar si es que la entrada a la inauguración era con invitación, me contestó en la misma tonada “caifacesca” -(término que empieza a aburrir, ¿verdad?)- ¡Pero claro que es con invitación¡ ¿Te imaginas qué clase de gente iría si no fuera con invitación?-, el plop no tardó en escucharse al auricular de la recepcionista y yo en el suelo con las sayonaras al aire, medité antes de escribir el post anterior: ¿De qué se trata este Festival?¿ A quiénes va dirigido?, Ehh, ¿Llevo mi boleta de pago al cine antes de comprar la entrada?
Y a la pregunta de la recepcionista, la verdad no, no sé qué “clase de gente” iría al Festival: ¿Delincuentes? ¿Asesinos? ¿Violadores? ¿Qué señora? ¿Quién iría? Sáqueme de la duda.


Sé que todo esto es exagerado, pero me decepciona realmente esta actitud, estos aires de grandeza e ineptitudes que al segundo día ya, y sin ver una sola película, me han desilusionado totalmente.


Pensé que como otros festivalesde cortometrajes, (y tal vez ese fue mi error), sería bien recibido e invitado a los talleres y actividades. Que tendría facilidades para poder ver un gran número de películas y “culturizarme” ¿De eso no se trata?, ¿De que la gente vea las películas?
Salvando las distancias entre ellos; comprendo, no soy un inconciente ni mucho menos un resentido social, ni necio. Sé la magnitud de este festival y sé también que es más grande y se mueve (sobre todo) mucho más dinero que los de los cortos. Pero vamos, ¿Tan lejos estamos de lo que verdaderamente importa?

Quiero hacer una pregunta y con esto acabo, no sé si yo estoy mal, o mi sentido de los valores y el respeto por la propiedad ajena fenecieron, o si he sido formado terriblemente, por eso es necesario saber, o que me respondan, de alguna manera concreta y hacer un feedback enriquecedor.


Si no veo las películas del festival, en el festival, porque el dinero no me alcanza para ver todas las que quiero ¿En donde las obtengo si no es gracias a la piratería? Por supuesto a un precio cómodo, tal vez no regalado, como en Polvos, pero un precio razonable, así con la inmediatez que las podría conseguir ahí. Obviamente que estas películas no serán fáciles de conseguir, pero no imposibles y el esfuerzo requerido sumado al pequeño desembolso no será ni la mitad de lo que gasté en ver dos películas de festival en el cine.


Gracias a la piratería he visto los mejores filmes de mi vida, pude ver Rashomon, seguido de Ciudadano Kane, para terminar con Cabeza de borrador, todo el mismo día y por citar algunos. ¿Cuándo en un cine es posible hacer esto?
Estamos copiando políticas de países desarrollados que no se ajustan a la realidad nacional, la piratería solo puede ser censurable si es que existe un organismo activo regular de apoyo al cine, al video, al arte audiovisual, a los centros culturales pequeños, que es donde más arte se difunde. Sin todo esto presente ¿De qué manera se exige cumplir su “censurable” censura?
Puntualizo que el fenómeno del cine es único, como lo dije y cito de nuevo el primer post de La Cuarta Pared, pero uno se sabe amoldar y tolerar ciertas cosas. Puntualizo también que obviamente estamos hablando de copias nítidas en calidad DVD y un menú decente.

Bueno, la pregunta está colgada, a los que quieran responder bienvenidos y denme la solución para sobrellevar este descorazonador festival que fantaseó con nosotros, como sociedad igual, algo que no somos hace mucho tiempo.


Antes de irme, hoy a las 10:00 a.m., hay una conferencia sobre el “Cine alemán actual” en el CCPUCP, entrada libre. ¿¿¿¿Quééééé????, esa sí que estuvo buena.

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