19 agosto 2008

El poder de la palabra

El incalculable poder de la palabra alcanza los más incognoscibles caminos de la creación poética --artística-- de allí que las palabras sean un manantial que no se agota. Nada más imaginémonos desde un Góngora hasta un Vallejo o desde un Cervantes hasta un García Márquez, y, sólo así podremos comprender cuál es ese secreto tan oculto que poseen las palabras y ese dulce fluir de significados que nunca parecen agotarse.

Por eso, es que un libro de poemas, un cuento, un ensayo, pueden abrirnos los ojos e introducirnos una emoción llena de poder y reflexión, también pueden darnos un razonamiento esclarecedor de lo que es la vida en nuestra siempre amenazada existencia como ciudadanos.

La destrucción acelerada de la flora y de la fauna, la venganza de de los hombres contra ellos mismos, nos dan definitivamente un panorama desolador, un futuro lleno de infortunio. Nadie ni nada está a salvo de la barbarie y el horror.

La mundialización económica y tecnológica del planeta repercute en todos los quehaceres de nuestra agitada vida. Una o muchas ventajas para la circulación de capitales pero no de personas, miremos lo que está sucediendo en Europa con nuestros hermanos latinoamericanos.

Pues bien, vuelvo a lo mío y evoco el poder de las palabras para mediante ellas llegar a la literatura, que es mucho más antigua a las matemáticas, ya que es “comunicación”. Para concluir, manifiesto que lo que he querido decir es: por un lado el poder de las palabras y con ellas sintetizar el poder de la poesía para humanizar al hombre o por lo menos para alejarlo de ese salvajismo que nos regala el poder económico mediante la publicidad, y el otro aspecto que pretendo señalar es la supuesta libertad de capitales, pero no así la libertad del hombre.

Y como aquí se habla de poesía, leamos un fragmento de este poema de Nicanor Parra, uno de mis poetas admirados.

El abuso de los estupefacientes y de la filosofía,...
Los delincuentes modernos
Están autorizados para concurrir diariamente
a parques y jardines.
Provistos de poderosos anteojos y de relojes de bolsillo
Entran a saco en los kioskos favorecidos por la muerte
E instalan sus laboratorios entre los rosales en flor.
Desde allí controlan a fotógrafos y mendigos que deambulan por los alrededores
Procurando levantar un pequeño templo a la miseria
Y si se presenta la oportunidad llegan a poseer a un lustrabotas melancólico.
La policía atemorizada huye de estos monstruos
En dirección del centro de la ciudad
En donde estallan los grandes incendios de fines de año
Y un valiente encapuchado pone manos arriba a dos madres de la caridad.

Los vicios del mundo moderno:
El automóvil y el cine sonoro,
Las discriminaciones raciales,
El exterminio de los pieles rojas,
Los trucos de la alta banca,
La catástrofe de los ancianos,
El comercio clandestino de blancas realizado por sodomitas internacionales,
El auto-bombo y la gula
Las Pompas Fúnebres
Los amigos personales de su excelencia
La exaltación del folklore a categoría del espíritu,
El abuso de los estupefacientes y de la filosofía,
El reblandecimiento de los hombres favorecidos por la fortuna
El auto-erotismo y la crueldad sexual
La exaltación de lo onírico y del subconsciente en desmedro del sentido común.
La confianza exagerada en sueros y vacunas,
El endiosamiento del falo,
La política internacional de piernas abiertas patrocinada por la prensa reaccionaria,
El afán desmedido de poder y de lucro,
La carrera del oro,
La fatídica danza de los dólares,
La especulación y el aborto,
La destrucción de los ídolos.
El desarrollo excesivo de la dietética y de la psicología pedagógica,
El vicio del baile, del cigarrillo, de los juegos de azar,
Las gotas de sangre que suelen encontrarse entre las sábanas de los recién desposados,
La locura del mar,
La agorafobia y la claustrofobia,
La desintegración del átomo,
El humorismo sangriento de la teoría de la relatividad,
El delirio de retorno al vientre materno,
El culto de lo exótico,
Los accidentes aeronáuticos,
Las incineraciones, las purgas en masa, la retención de los pasaportes,
Todo esto porque sí,
Porque produce vértigo,
La interpretación de los sueños
Y la difusión de la radiomanía.

Como queda demostrado, el mundo moderno se compone de flores artificiales
Que se cultivan en unas campanas de vidrio parecidas a la muerte,
Está formado por estrellas de cine,
Y de sangrientos boxeadores que pelean a la luz de la luna,
Se compone de hombres ruiseñores que controlan la vida económica de los países
Mediante algunos mecanismos fáciles de explicar;
Ellos visten generalmente de negro como los precursores del otoño
Y se alimentan de raíces y de hierbas silvestres.
Entretanto los sabios, comidos por las ratas,
Se pudren en los sótanos de las catedrales,
Y las almas nobles son perseguidas implacablemente por la policía.

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