10 septiembre 2008

El profesor hueveador

Según San Juanka

Primero es gracia. Luego risas por aquí y por allá. Todos con carcajadas y nadie se da cuenta a qué hora llegó.

¡Qué ilustre! Todo un señor profesor manejando su cátedra. Nadie se queja del maestro porque todos piensan que realmente lo es.

Hasta gracia dan las palabras que inventa, pienso yo, en sus ratos libres, fusionando significados con significantes de dos y hasta tres palabras distintas.

Todos se entretienen, nadie se aburre porque a la primera incomodidad del auditorio, el profesor, sin perder tiempo, comienza la ronda del chiste. Y el común de los estudiantes también participan, obviamente riéndose, y para el que más fuerte lo haga, vaya premio que obtiene, permiso para llegar tarde la próxima clase o incluso faltar si desea.

Como diría un perro –-guau–- qué sorprendente clase, qué maravillosos ejemplos y encima nadie se aburre con el profe., pero un momento... ¿otra vez lo mismo?
Sí, todos los días dedica un 75% de la clase a perder tiempo, a contar chistes y enorgullecerse de la cantidad de invenciones, que valga la redundancia, son nuevas.

Incluso, es el profesor autosuficiente quien puede dictar desde cirugía aplicada hasta contarnos sus experiencias en la astronáutica, pero lo indignante es que sea cual sea la especialidad de la materia siempre pone los mismos ejemplos de Periquita soñando que algún día sería la reina de Europa.

Y aunque sé que no todos los profesores son iguales, lo cierto es que todos en alguna ocasión nos hemos topado con estos embaucadores, quienes piensan que por el hecho de aprobarnos nos hacen un bien incondicional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

espero saquen pronto su revista, y suerte !!

Anónimo dijo...

COMO SALE DICIENDO LA LLAMA EN LA TV: CHEVERE TU JUANCARLADA