Ausencia de color me obsequias
mi arco iris, sin reciprocidad
lluvia carmesí, lánguida respuesta
fe viva ante poesías necias
eufemismos ante la impiedad, y
mi sol naciente ante tu puesta.
Destrozome el vital musculoso
cuyas arterias ensangrentadas
cesaron sus líquidos de fluir
prometiome el eros, el gozo
revistiose al alba como las hadas, y
en el ocaso sus alas dejaron de existir
prometiome, pero no compliome
oh madre naturaleza.
Porque cosecho lo que no sembré ayer
por ella latía, pues ella confesome
vivió calendarios de tristeza
que su ternura hicieron perecer
hoy acordes disonantes acompañan mi lamento
fallecer a diario es la rutina, revivir, la excepción
sollozante filosofía, suspiro del camino
aún queda una gota, aun siento
esperanza llega, con vestidos de fina ilusión
pues una gota queda, el divino la envió.
Es mi destino.
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