Pasaporte negro

En una carta del 15 de mayo de 1871, Arthur Rimbaud (1854-1891) propone una tarea para la actividad creadora del poeta que parece restaurar, en el mundo de nuestro tiempo, las doctrinas místicas acerca de la doble misión del vate, en su carácter de artista y profeta a la vez:

“Es preciso hacerse vidente. El poeta lo logra mediante un largo, inmenso y razonado desorden de todos los sentidos. Busca en sí mismo todas las formas del amor, del sufrimiento, de la locura. Agota todos los venenos para solo conservar las quintaesencias. Inefable tormento para el cual requiere toda la fe, toda la fuerza sobrehumana y a través del cual se convierte de todos los humanos en el gran enfermo, el gran criminal, el gran maldito, el supremo sabio. Pues de tal modo, llega a lo desconocido”.

De tal forma, Rimbaud asume la tesis de que el poeta es un individuo predestinado, cuya misión es desentrañar las más oscuras y secretas verdades, al precio de la maldición de sus semejantes como Paúl Verlaine (1844-1896) y Charles Baudelaire (1821-1867). El impacto del romanticismo en Norteamérica corporizado en Edgar Allan Poe (1809-1849), cuya labor creativa y doctrinaria serviría de enlace entre el simbolismo francés y la poesía moderna.

Edgar Allan Poe, es uno de los más influyentes teóricos de la literatura moderna, sus obras han tenido gran impacto entre los poetas como Baudelaire, Mallarmé y Valery, como ya se dijo los grandes protagonistas de la revolución poética moderna.

En sus ensayos La filosofía de la composición, y El principio Poético, Poe formula ciertos principios generales sobre la tesitura de la creación que contrastan manifiestamente con el rigor formal y exterior de las reglas clasicistas: “El ejercicio de la composición poética tiene que justificarse por sí mismo, con exclusión de toda otra finalidad, sea cual fuere la emoción que se desea comunicar, lo que dice prevalecer es la impresión de belleza y armonía, elogiado mediante un adecuado empleo del material verbal; los propósitos didácticos y meramente expositivos no tienen cabida en este tipo de labor; el poema ha de poseer una cabal unidad de efecto, circunstancia que limita su extensión y que subordina todos los recuerdos a un solo propósito; mediante un adecuado uso de las posibilidades sonoras y semánticas, el poeta debe crear un clima de sortilegio que se adueña del lector u oyente y lo introduzca en un ámbito de pura magia, en suma para satisfacer plenamente las aspiraciones del género, es necesario suscitar mediante la técnica más adecuada un estado mímico de simpatía y perceptividad, en vez de limitarse a transmitir una información.

Otro poeta que teorizó sobre algunos conceptos importantes sobre la poesía fue Ezra Pound (1885 – 1972). Para Pound la poesía debiera estar sintetizada en:

• Visualidad de la imagen.
• Intensificación de la aptitud asociativa que posee el lenguaje.
• Evocación de correlaciones emotivas por medio del sonido y del ritmo.
• Empleo de las palabras indispensables, eliminando toda redundancia.