Muchos matrimonios fracasan por diversas razones, esta vez hablaremos sobre una de ellas: la incomprensión sexual.
Todo varón tiene muchas expectativas de su mujer en el ámbito sexual, algunas se les conoce como fantasías sexuales, lo cual es normal pues el sexo es una necesidad para el varón, mas no para la mujer. Asimismo, ella tiene muchas expectativas sexuales de su marido con la diferencia que la sexualidad femenina es distinta, mientras el varón piensa en todo momento en el coito; la mujer espera en todo momento buen trato, atención caballerosa, protección y detalles que generalmente carecen en medio de una relación matrimonial.
Ambos no conocen las necesidades sexuales de ser pareja, pero piensan egoístamente en que su cónyuge satisfaga su necesidad. El varón desconoce lo que su mujer necesita de él (cortejo, atención, detalles, caricias, etc.) sólo así podrá lograr satisfacer su necesidad pues la mujer actuará con estos estímulos y así el matrimonio funciona en medio de una actitud dadivosa del uno hacia el otro. Ambos deben poner de su parte, primero por amor y segundo por obediencia al pacto que hicieron al unirse.
Por otro lado, la mujer debe satisfacer la necesidad sexual de su hombre, claro que éste debe merecérselo, pero recuerden que todo se aprende y se enseña con amor.
Si ambos reconocen verbal y mutuamente las virtudes de su pareja, alojándose el uno al otro, tratándose con honor y usando la creatividad para amarse, lograrán satisfacerse mutuamente en el ámbito sexual y recordando que ambos son distintos pero se complementan por el amor que se tienen.
En conclusión:
Empiecen a poner en práctica cosas que tal ves no acostumbran, pero que estoy seguro mejorará la relación marital.
Todo varón tiene muchas expectativas de su mujer en el ámbito sexual, algunas se les conoce como fantasías sexuales, lo cual es normal pues el sexo es una necesidad para el varón, mas no para la mujer. Asimismo, ella tiene muchas expectativas sexuales de su marido con la diferencia que la sexualidad femenina es distinta, mientras el varón piensa en todo momento en el coito; la mujer espera en todo momento buen trato, atención caballerosa, protección y detalles que generalmente carecen en medio de una relación matrimonial.
Ambos no conocen las necesidades sexuales de ser pareja, pero piensan egoístamente en que su cónyuge satisfaga su necesidad. El varón desconoce lo que su mujer necesita de él (cortejo, atención, detalles, caricias, etc.) sólo así podrá lograr satisfacer su necesidad pues la mujer actuará con estos estímulos y así el matrimonio funciona en medio de una actitud dadivosa del uno hacia el otro. Ambos deben poner de su parte, primero por amor y segundo por obediencia al pacto que hicieron al unirse.
Por otro lado, la mujer debe satisfacer la necesidad sexual de su hombre, claro que éste debe merecérselo, pero recuerden que todo se aprende y se enseña con amor.
Si ambos reconocen verbal y mutuamente las virtudes de su pareja, alojándose el uno al otro, tratándose con honor y usando la creatividad para amarse, lograrán satisfacerse mutuamente en el ámbito sexual y recordando que ambos son distintos pero se complementan por el amor que se tienen.
En conclusión:
Empiecen a poner en práctica cosas que tal ves no acostumbran, pero que estoy seguro mejorará la relación marital.
0 comentarios:
Publicar un comentario