Pasaporte negro

Aunque ya hablé de los navegadores, quiero insistir en el tema, pero ya no para recomendarles que cambien el Internet Explorer por cualquier otro navegador --asumo que eso, a estas alturas, ya lo han hecho--.

Google Chrome, que también es un navegador, es hijo de mounstro Google Inc., que aunque, todavía está en versiones de prueba (Beta), muestra un meteórico ascenso en su uso y descargas. Sin embargo, Firefox aún mantiene eso “honroso” segundo lugar en uso a nivel mundial y cada vez se acerca más a Internet Explorer.

Pero, hay una paradoja, o por decirlo menos, algo curioso: tanto Chrome como Firefox gozan de un gran respaldo, el de Google. Por un lado Chrome es el hijo oficial de Google, y por el otro, Firefox, hasta la llegada de Chrome, era al navegador que Google respaldaba y patrocinaba. Por ello, me sorprendió mucho que Google lanzara un navegador, pues apoyaba y sigue apoyando a la fundación Mozilla.

En cuanto a características propias de los navegadores, no es una novedad que Chrome se halla basado en Firefox, pues muchos otros lo han hecho y los seguirán haciendo. Aparte de las diferencias, que básicamente son de interfaz, no mucho de nuevo en Chrome.

La pregunta es:¿qué motivó a Google a sacar su propio navegador y seguir apoyando a Firefox? Ensayo una posible respuesta: Google, recién, advirtió que Firefox no dejaba de ser un proyecto de código libre (open source) y esto, naturalmente, está en contra de sus ideas expansionistas y monopolizadoras por controlar los servicios de toda la red. Por tanto, Chrome es sólo un servicio más que apunta a reemplazar a Firefox.

Mientras tanto, yo sigo usando al zorro de fuego. La primera vez que descargué Chrome no me sedujo tanto y, a mi parece, todavía tiene un buen trecho que recorrer. Sin duda, a Google todavía le queda mucho trabajo para lograr poscionar un producto suyo como el navegador de más uso, sin contar a Internet Explorer que no sé hasta ahora cómo logra mantener ese privilegiado y codiciado primar lugar.