Window Water Baby Moving 
Estados Unidos, 1959 - color. 12'.
Director: Stan Brakhage
Window water baby moving
En los primeros días del cine, como sabemos se usaba básicamente para documentar hechos, los hermanos Lumiere lo hicieron con los obreros saliendo de la fábrica o el tren que llegando a la estación.
Al registrar este material fílmico y querer proyectarlo, lo acompañaron con una banda sonora que tocaba paralelamente con la proyección del filme y así se fue haciendo desde ese entonces.
El público y no sólo quería imágenes, sino también sonido, la necesidad de sonorización a las películas era inexorable prácticamente empezando así a crearse uno de los tantos convencionalismos que hoy en día tenemos en el cine y que de tanto verlos, nosotros creemos que es normal, que es lo correcto, lo llevamos como un paradigma inconcientemente y cada vez que vemos un film, los buscamos y tratamos de hallar nuestras respuestas en ellos. No es bueno ni malo simplemente es una opción, y es necesario saber que no es la única.
Window water baby moving cortometraje que expone un parto natural, nos muestra a un Stan Brakhage desbaratando todas esas ideas conocidas por nosotros y no sólo con esta película sino con toda su obra.
Compone una imagen y corta, muestra otra y corta, nos lleva de corte en corte marcando el tempo, llevándonos de la mano a su paso, a su desconocimiento al igual que él, a su sorpresa.
Brakhage en este film “insonoro” de 13 minutos nos muestra que es la película más sonora que pueda existir, dejando a interpretación de cada uno la sonorización que desee, pudiéndose así manejar millones de alternativas de acompañamiento.
Estados Unidos, 1959 - color. 12'.
Director: Stan Brakhage
Window water baby moving
En los primeros días del cine, como sabemos se usaba básicamente para documentar hechos, los hermanos Lumiere lo hicieron con los obreros saliendo de la fábrica o el tren que llegando a la estación.
Al registrar este material fílmico y querer proyectarlo, lo acompañaron con una banda sonora que tocaba paralelamente con la proyección del filme y así se fue haciendo desde ese entonces.
El público y no sólo quería imágenes, sino también sonido, la necesidad de sonorización a las películas era inexorable prácticamente empezando así a crearse uno de los tantos convencionalismos que hoy en día tenemos en el cine y que de tanto verlos, nosotros creemos que es normal, que es lo correcto, lo llevamos como un paradigma inconcientemente y cada vez que vemos un film, los buscamos y tratamos de hallar nuestras respuestas en ellos. No es bueno ni malo simplemente es una opción, y es necesario saber que no es la única.
Window water baby moving cortometraje que expone un parto natural, nos muestra a un Stan Brakhage desbaratando todas esas ideas conocidas por nosotros y no sólo con esta película sino con toda su obra.
Compone una imagen y corta, muestra otra y corta, nos lleva de corte en corte marcando el tempo, llevándonos de la mano a su paso, a su desconocimiento al igual que él, a su sorpresa.
Brakhage en este film “insonoro” de 13 minutos nos muestra que es la película más sonora que pueda existir, dejando a interpretación de cada uno la sonorización que desee, pudiéndose así manejar millones de alternativas de acompañamiento.
Las condiciones en que se suscitó tal filme llevan a su naturaleza realista y brillante de llevarnos junto con el, a la presentación de su esposa, desnuda, entrando a la tina, la mujer en toda su dimensión, su misma hermosa desnudez, en una condición tan hermosa como lo es la etapa de gestación, Stan cámara en mano tocando la barriga de ella, sonriéndole, tomándole la mano, absoluto silencio y comienza la etapa de labor de parto en donde ella sufre, y comienza el nacimiento, algo maravilloso.
Stan Brakhage suprime loq que posiblemente nos haría huir, los gritos, el padecimiento de ella no son necesarios y descalificarían de alguna manera la condición de milagro de este acontecimiento, y hace que todo parezca un sueño.
Es inevitable señalar que hay partes realmente que podrían herir susceptibilidades, pero son puntos existenciales del filme, en donde Stan, busca un contraste a ese sueño dulce y nos dice, vaya, esto es hermoso, es una bendición, pero también es muy real y muy doloroso.
Este corto no sólo trata del nacimiento, trata de los tres seres presentes y que hicieron eso posible, la unidad del ser humano con otro ser humano, lo que nos hace más fuertes en un mundo bizarro donde lo existencial se ve de reojo y lo material con los brazos abiertos.
Enlazo el corto para que lo puedan ver; inolvidable realmente, altamente recomendable.
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