Pasaporte negro

Empiezo a escribir esta carta expresándote lo mejor de la suerte —si es que esta existe—. Mi estimado amigo y novel poeta, emergido de las brumosas tinieblas o tal vez de las más profundas claridades, no lo sé aún. Pero, si sé y estoy aun conciente de esto, es que tú juegas a poeta, y digo juego; porque la poesía es un juego, en el cual las palabras “chillan” según O. Paz; y según el que te cartea, las palabras se redimen y blasfeman a la vez, mas no piden perdón a ningún dios terrenal ni siquiera al político más timador.

Novel poeta debes saber que estas cartas tienen la edad de nuestras vidas, sólo que a solas transitan por los más agrestes caminos por los cuales echo a correr mis ilusiones, mis pasiones, sueños y remordimientos que encierra mi alma, y sólo la tuya las entiende porque posee el mismo misterio, la misma angustia, la misma actitud rebelde frente al mundo yermo. Novel poeta estoy seguro como un rey en su palacio o como un reo con pocos medios en su celda, la única diferencia con estos infelices seres radica en que a mi vida no la vigila un centinela ni siquiera un espíritu benigno, a mi alma y a la tuya las gobierna la virtud —la única virtud—, la poesía esa diva que a tantos vivos y moribundos, tristes y alegres corazones atrae aunque sea para hacerlos padecer.

Novel poeta te confieso que no tengo miedo ni alegría, ya que he soñado que en algún aciago día un verso nuestro caerá en manos de un crítico literario. Te dilucido qué es un crítico, crítico es aquel personaje que se doctora en la universidad y por esta razón finge de erudito, de descifrador del sentimiento, de la magia, de la desesperación, de la verdadera libertad que guarda la poesía.

Novel poeta no temas, tú deber es amar, idolatrar la poesía escríbela como quieras donde sea y como puedas, pero no olvides de poner el verbo exacto, no la enmascares desvístela como a tu amada, palabra tras palabra, demuéstrale que la amas, que es la razón de tu existencia, dile que es tu Dios, tu creencia. No dudes de nada, dile tu cariño, tu entusiasmo, tu sufrimiento…