22 julio 2009

Agradezco a la gripe porcina



Según San Juanka.

Seguramente me dirán inhumano; sin embargo, no me arrepentiré. Descabellado es un término alejado de la realidad – al menos de la que yo vivo –, aunque no niego que vivimos en medio de un mal con dimensiones catastróficas.

Miles de personas aterradas con esta famosa gripe porcina o – si desean hablar técnicamente – AH1N1. Las noticias diarias separan un espacio – aunque sea chico – para el pandemonio mundial, ya sea para mencionar la cantidad de nuevos casos o las muertes ocurridas en la jornada.

Pese al pavor mundial, pude “sacarle el jugo” a esta situación.

Por cuestiones de salubridad, hace unos días cerraron toda la Universidad Villarreal con el pretexto de fumigar los locales evitando la expansión de esta pandemia entre los villarrealinos. Sin embargo, por fuentes muy fiables, esta medida fue tomada cuando se enteraron que una trabajadora administrativa había fallecido con los mismos síntomas a la de la porcina.

En esos días de descanso forzado, en donde se suponía que estaría “patas” arriba hasta muy tarde y no me preocuparía en preparar clases durante una semanita, recibí una llamada intempestiva la cual me ofrecía un trabajo temporal con duración de exactamente 6 días, los mismos en los que se suponía estaría descansando (evidentemente acepté este eventual negocio).

Si no hubiera sido por la gripe porcina, habría perdido ese “cachuelo”. Por lo tanto, de mi particular posición: agradezco a la gripe porcina.