22 julio 2008

¿El creador es un actor social?


Ah! Desgraciadamente hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.

(De Los nueve monstruos, César Vallejo)


En el post anterior escribí sobre la poesía, el creador y la sociedad. Quiero dejar en claro, que se entienda como poesía todas las buenas creaciones de arte hechas con la Palabra, sean estas: en verso, en prosa o en algo apátrido. Porque para ningún lector que halle un placer estético; pasando la vista sobre un papel en el cual se encuentren impresas un conjunto de palabras formando expresiones, podrá negar lo poético. A mi parecer aquí se debe renunciar de una vez a ese concepto escolar que dice que poesía es todo lo que se escribe en renglón corto, en estrofas y que cuento o novela es lo que se trabaja a línea seguida.

Ahora bien, sabemos ya, que todo arte hecho con la palabra se le llama literatura y que a su vez a este arte lo hace un ser de carne y hueso, que inspirado en lo imposible o en lo posible escribe de manera particular lo que el percibe con sus ideales o con sus sentidos.

Lo que aquí reclamamos es el compromiso social del creador, teniendo en cuenta su gran poder creativo espiritual y moral. Este debe servir para iluminar la senda del bien, llenar el vacío de los muchos con ideales, como: libertad, justicia, amor y fraternidad.

Sin embargo, decir compromiso social aquí no es lo mismo a lo que muchos hicieron en el siglo pasado, digamos compasión con los caídos, con los obreros mal pagados. No, no nada de eso. Porque sabemos también que de los muchos que antes irguieron las banderas del socialismo demagogo o de la derecha corrupta y mentirosa, pasado el tiempo se hacen los "muertitos".

Entonces, en albores del de este siglo pienso que, todo creador lo que menos debe anhelar, es servir a la política mafiosa, como la hay en nuestra patria. Su compromiso debe estar en el plano social. Su creación llena de vocación solidaria debe estar al alcance de los más. Y, cada vez que pueda contactarse con las mayorías debe inducirles a tomar el camino de los grandes ideales, siendo conciente del gran poder de la palabra.

Digo esto ya que no faltara quien diga que el poder en las masas lo tienen los políticos, personajes poderosos con el dinero de las transnacionales. Y, que por ello es poco o nada lo que puede hacer un cultivador de poesía. Quien piense así no está lejos de la verdad, mas allí el compromiso de luchar por sembrar en las nuevas generaciones Dignidad humana.

Finalmente, digo que leer ante una masa humana unos versos, unos textos llenos de sublimes ideales puede sí ser un arma eficaz para empezar desterrar la incultura y la mediocridad que hoy habita cómodamente en el alma de nuestras gentes y que bien alimentadas son por el poder económico y “cultural” que hay en nuestra patria. Hagamos nuestro el pensamiento de Prada, Arguedas, Mariátegui y Vallejo les parece compañeros…
(*)Imagen: cortesía de Joaquín Aldeguer

1 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno q puedo decir, espero q le este llendo bien recien mayra me acaba de pasar esta pagina para ver lo q usted escribe y aunque no entendi muxo me parecio muy interesante .
espero q siga asi.bueno cuidese