28 octubre 2008

Desolación

Finalmente, describo

escenas llenas se zozobra.

La memoria está sin paisajes.

El sol ahí hecho una eterna fuente

amarilla.


Una nube serrana vestida de luto

llora su alegría húmeda

en mi silente alma moribunda.


Mi yo ciertamente salido

del contexto de la vida

busca en el camino añejo

las estrellas en forma de un arado

la aurora en forma de una brújula

para así aún distanciarme

de los espantapájaros

que cubren el yerto silencio

y la dura solitud.


La roza se agosta con la venida

del vetusto otoño

así como mi vida se marchita

con el paso del tiempo

y no con el corretear del viento

de remotas cordilleras.


Las flores que me gustan mirar

dan un destello óbito en los campos

que me deleitaba caminarlos

cuando mi YO no era imagen de una cruz.

.

Mis palabras dan ya un mensaje de nostalgia

porque mi alma alberga ya a la muerte.

Comprendo entonces que es error apresurarnos

para llegar pronto a ser mayores,

siendo mayores se pierde las ilusiones del futuro,

futuro que en verdad jamás existe,

y se empieza a enrumbar por la senda de la nada;

recién yendo por ahí no sé si comprende

que la vida es un trecho desolado y calculable

y que la muerte es un acontecimiento indescriptible.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Y .. ya estOy esperandO su cuentO..

Atte:

Mayra de La Cruz .. *