06 octubre 2008

Historia lamentable de celos o Histeria celosa que lamentar

Como lo prometí, esta vez desnudaría la relación amorosa y tormentosa de mi buen amigo Ángel (espero que todos los Ángel que conozco no sientan temor de lo que a continuación contaré). Para empezar me siento con derecho a hacerlo porque mi gran amigo, que ya no se encuentra cerca de mí, me autorizó a difundirla. No sé las verdaderas intensiones de su decisión, dice que porque quiere que su historia y experiencia de vida le sirva y le cambie el rumbo a las relaciones que pasan por un momento similar y complicado. Aunque esa teoría, sinceramente, no la creo.

No la creo porque este prócer no se ha caracterizado por sus fines alturitas y educativos durante su desarreglada vida. Más allá que es mi amigo dudo que esa sea su verdadera intención. Más bien creo que en su afán de ser un tipo famoso pretenda que su experiencia sea ventilada en este espacio. Un graso error pues el Manual del perfecto errante aún no es un medio de grandes proporciones y llegada.

Finalmente, la última y no tan descabellada de todas las posibilidades es que quiere conseguir una novia, y lejos de crear un blog al estilo de Renato Cisneros, cree que dando lástima en esta pantalla lo logrará. Bueno querido Ángel, cumpliré con lo prometido, contar tu historia. Ahí después me cuentas por el Messenger como te fue.

Roxana, es una chica ni muy muy ni tan tan. Como quien dice un término medio. Nada exagerado. Pero que volvió loco al buen Ángel. Una reunión en mi casa bastó para que hicieran conexión y se conviertan desde ese momento en una pareja que consideraba una de las más sólidas dentro de mi círculo de amigos. Es más podría asegurar que veía más seguro el divorcio de mis abuelos a los 98 años que una ruptura sentimental de R & A.

El único problema que pudo derrumbar los cimientos de aquella interesante relación. Fueron los celos. Al principio era un juego sentimental que le daba cierta chispa a la relación pero luego derivó en el llanto, los gritos y la compulsiva obsesión de saber dónde está esa persona. Eso llegó a aburrir en tránsito de aquellos muchachos y lo que se esbozaba como un matrimonio duradero, terminó siendo una separación de cuerpos sin derecho a roce.

Ambos eran muy simpáticos como personas y en consecuencia ‘amigueros’. Sin embargo, esa amistad sana y sin pendejada fue suficiente para traer abajo todo. Ninguno de los dos traicionó a nadie, al menos yo no me enteré ni me contaron nada. Es más yo no tuve ningún revolcón con alguno de ellos, por eso no podría asegurar aquella posibilidad.

Ella lo jodía por todo a él y el muy idiota también hizo lo mismo. Bajo el postulado quien cela es porque cree que todos hacen sus ‘cochinadas’. Dos años soportando esas pequeñas cosas que no tenían importancia para ese entonces. Mejor dicho no querían ver ese problema como una amenaza de ruptura. Pero los últimos seis meses fueron catastróficos y terribles. Algo que tendré que dejar pendiente por Ángel me está hablando por el Messenger, me dice que no les cuente sus problemas de erección, porque eso no tuvo que ver nada con el desenlace. También lo creo así pero me pareció un dato curioso que aportar al relato.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que los celos son una forma equivocada de demostrar el amor hacía una persona. A mi me está cagando tres relaciones. Manya ni siquiera me considero guapo pero no se porque las mujeres se sienten inseguras.

Anónimo dijo...

Las mujeres tenemos de que ponemos celosas, al igual que los hombres no entiendo como hablan solo de nosotras como si los caballeros fueran unos santos. Siento que con los celos uno le da un cierto valor a la relación pero siempre medido. Como dice mi abuelita “nada en exceso es bueno, ni siquiera el sexo”.
Aunque algunos excesos como esos sean fabulosos.

Anónimo dijo...

Hay cuestiones que debemos dejar en claro. A mi me gusta que me celen pero solo un poco sin llegar a molestar ni joder las cosas. Aparte quien tiene celos no sabe controlarse así mismo y menos una relación ni a su pareja

Anónimo dijo...

La historia que cuentas es muy buena pero lamento decirte que por algoi se sienten celos no es solo porque las cosas se dan y nada más hay una serie de factores. Por ejemplo que la pareja sea una o un coqueto de primera. contra eso no se puede hacer nada.

Anónimo dijo...

Buena entrada, recién leo el blog y está muy bueno, me gusta mucho tu sección y también la de Papeles en el alféizar...
Un saludo