30 octubre 2008

Little miss sunshine

Dirección: Jonathan Dayton y Valerie Faris.

País: USA.
Año: 2006.
Duración: 101 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Greg Kinnear (Richard),
Toni Collette (Sheryl), Steve Carell (Frank),
Paul Dano (Dwayne), Abigail Breslin (Olive),
Alan Arkin (abuelo).
Guión: Michael Arndt.
Producción: Marc Turtletaub, David T. Friendly,
Peter Saraf, Albert Berger y Ron Yerxa.
Música: Mychael Danna.
Fotografía: Tim Suhrstedt.
Montaje: Pamela Martin.
Diseño de producción: Kalina Ivanov.
Vestuario: Nancy Steiner.

En los Oscar del 2007 una película llamada de las independientes obtuvo el premio a mejor guión, se trata se “Little Miss Sunshine” que en su ambigüedad entre comedia y drama nos deja una moraleja familiar difícil de olvidar y que uno llega a citar y desear verla cada cierto tiempo.

Fue necesario que la vea por segunda vez para descubrir lo que en realidad encierra “Pequeña Miss Sunshine”, detrás de su tragicomedia emulando a la vida, detrás de su humor sobrio, los simbolismos saltan a la vista y se convierten en acompañantes de una suerte de Road movie que kilómetro a kilómetro, mientras la pequeña Olive se acerca a su sueño, nos va dando un lección de lo que es una familia por sobre todas las cosas.

Bien dicen que podemos escoger a nuestros amigos, a nuestras mascotas, incluso nuestra forma de vivir, pero de lo único que no tenemos control de selección, que no podemos escoger jamás es a la familia, el llamado núcleo de la sociedad, tantas veces señalado de ser el culpable de la degradación de la misma, por sus extraños y arteros caminos al recorrer la vida.

Un abuelo expulsado de su asilo por ser cocainómano, un tío homosexual que intentó suicidarse, un padre que, como dice la sinopsis, da lecciones de éxito con singular fracaso, una madre que está al borde de la desesperación y siempre esta agobiada y un hermano que lee a Nietzsche y hace un voto de silencio; en medio de este pasquín colorido y multiforme la pequeña Olive parece ser la más sensata, inocente y normal de la familia, persiguiendo un sueño con sencilla honestidad y amor.
La presencia del fracaso, de la derrota parece ser constante en la familia Hoover, que sería los únicos enlaces que los pueden unir de alguna manera además de la sangre.

Cada miembro de esta familia lleva una carga emocional que los mantiene abajo, en el suelo, exceptuando a Olive que es un resplandor en la casa. Este concurso llega como debió llegar en este caso y como lo mereciera esta familia y la misma Olive que sin escapar a su sangre, merece un premio consuelo, lo gana debido a un accidente.
Este Road movie que comienza la familia, el que convivan uno con otro durante las largas horas de viaje le viene bien contrastando con su escasa comunicación en casa en donde difícilmente cruzaban palabras tres personas a la vez.
Es entonces donde, pese al disgusto que esto ocasiona en algunos, o el mal llevado asentimiento de las circunstancias, los lleva, inconcientemente a una naturalidad y consentimiento de uno con el otro, un cariño no mostrado que se refleja tras el parabrisas de su viejo Volkswagen, que como no podía ser de otra manera se avería camino al concurso, y sólo hay una manera que arranque la cual es empujándolo. El que todos empujen la camioneta, subiendo uno a uno, primero disgustados, luego sonriendo, aceptándose de alguno manera, sabiendo sus abismales diferencias, pero al fin sonriendo el uno al otro, y es que es inevitable dejar de sonreír luego de haber subido a la camioneta en marcha, para ellos y para nosotros.
Cabe señalar que con un soundtrack espectacular que son precisamente conjugados con el verbo del filme logra sus cometidos con creces, sumándose a la gran interpretación de los actores.

Una conexión fuerte como resultante de esta unión aflora en la familia Hoover, que pese a la muerte inesperada y hasta risible del abuelo, se mantienen unidos, incluso haciendo participe de esta unión al difunto abuelo, que sin chistar (porque esta muerto), es robado del hospital y metido en la cajuela de la camioneta.
Lo que viene después es consecuencia de lo señalado antes, como otras veces, me reservo el final.
Muy buena película, no me viene a la mente otro simbolismo tan fuerte como el de la camioneta, debe ser sin duda uno de los mejores de la historia, necesitan verlo para darme la razón. Un placer recomendárselas.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

HE VISTO ETSA PELICULA DOS VECES Y ME ENCANTA SIMPLEMENTE ME ECANTA Y ME HIZO RECORDAR Q LA FAMILAIA SIEMPRE VA A ETSRA AHI EN ALS BUENA Y EN LA MALAS APOYANDOTE SEA COMO SEA. ME ENCATO TU COMENTARIO ESTOY DE ACUERDO TOTALEMNTE CONTIGO.

Anónimo dijo...

Los comentarios de la pelicula permiten abrir la curiosidad por verla . muy bueno
Pablo Cordova