Según San Juanka
Llegó la hora. Aquella en que los estudiantes están desesperados por aprobar. Sacan cálculos y durante horas están prendidos a la calculadora
esperando llegar al tan ansiado 11 (once), el mismo que les permita pasar unas vacaciones no merecidas.No importa que sea el peor en matemáticas durante todo el año o el más relajado o al que menos le entra al estudio; sin embargo, en los últimos días, o más exactamente en los últimos exámenes muchos nos convertimos en los mejores ingenieros del mundo y esto debido a que no hay nadie quien nos gane sacando cálculos para aprobar el curso.
Aunque no es una crítica al tema porque ¿quién no ha pasado por una situación similar en el colegio? Creo que todos, incluso el que escribe pasó por estos angustiantes momentos en alguna ocasión.
Sin embargo, en lo que sí estoy en desacuerdo es cuando este forzado "ingeniero" continúa siéndolo cuando llega a instancias superiores, cabe mencionar universidades o institutos, de los que supuestamente deben salir futuros profesionales, quienes además deberían ser los mejores.
Ojo que con esto tampoco digo que de vez en cuando y bajo ciertas circunstancias como profesores difíciles o cursos complicados no se recurra a esta herramienta, pero que detestable es conversar con personas que no tienen otro tema de conversación que no sea el de ¿Cuánto te falta para aprobar?
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