Recordemos brevemente estos aspectos comunes señalados ya por los críticos y estudiosos de nuestra literatura y por los propios poetas a través de testimonios y reportajes. Empecemos por la prosodia, la musicalidad y el ritmo. Proceden del sistema hispánico del verso, sea de arte menor o de arte mayor.
¡ No pudo la guadaña del estío
segar tu cabellera ni el granizo
del tiempo acribillarte niña mía!
(F.Bendezú, “Congoja”)
Anduve entre el espino y la dolora
donde se dora un sueño sin locura
no tenía premura en ser ahora
lo que perenne soy con tu ternura
(S.S. Bondy, “Sonetos del espino y la dolora”)
Dios materia y gran maestro nuestro
combatido y golpeado, dulce y serio
ni nombre es uno, como mil el vuestro
(Romualdo,”Dios material”)
Trabajo en extranjera tierra
por dinero que en mi patria nada vale
pero no tengo patria y mi salario
es una ilusión que el sueño desvanece.
(W. Delgado, Tierra extranjera)
Yo me ahogo de cielo
mi corazón se inclina
y las islas no llegan
Dame tu mano entonces
quiero morir tocando
el extremo más dulce de la tierra…
(Juna Gonzalo Rose, Cuarta Canción)
Ay su nombre semilla del nadir
que en el lago del Tiempo florecía,
en dominios del ángel todavía
aun sobre cielo y mar sin dividir.
(G. Valcárcel, “IX Confín del tiempo y de la rosa”)
Yo nací en esta tierra,
y esto es lo mío:
la soledad,
los mendigos,
los ríos pobres que se quedan sin agua,
la humilde arena que los poetas desdeñan
por enjoyar al mar.
(Manuel Scorza; “Las Imprecaciones”)
Padre Sol:
No nos hemos dispersado nunca,
tampoco te hemos perdido.
no vagamos en abismos de tinieblas y soledad
desasociados, individualizados, anarquizados.
nada distinto y contraproducente hacemos.
Que ante ti que ante nadie más
recompondremos nuestra indemne sociedad.
(Efraín Miranda)
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