07 mayo 2009

¿El éxito a base de todo?

He escuchado decir que el fútbol lo que se quiere es ganar, no importa cómo ni con qué. Solo ganar. Winning is the slogan (la consigna es triunfar). Lo demás es ilusión. Y en la vida real así como en el fútbol… el triunfo prevalece. La gloria lo es todo. El camino es lo de menos, lo importante es llegar.



Sin embargo, ¿hay un límite?. ¿Vale el éxito a costa de todo?, ¿aún en deterioro de la éxito del otro?. No lo creo.

La obtención del trofeo solo servirá para adornar el ego partido en dos. La sonrisa en la foto no siempre justificará los medios. Para la realización personal, amorosa, laboral y sexual el procedimiento importa y mucho.

Los principios y la ética terminan siendo una voz rutilante en nuestro cerebro luego de haber hecho lo imposible (que paradójicamente se hizo posible esta vez). Si de algo no nos podemos catalogar es de estúpidos. Cada uno de nosotros sabe exactamente que las cosas malas siempre terminan pasándonos la factura.

El juego sucio, las mentiras y el noqueo cobarde es sin dudas un problema al que le podemos hacer oídos sordos. “A la mierda con la deontología, es más no sé que diablos significa eso”. “Un profe monse me enseño ética en la Universidad, me tiré las horas de más de la mitad del ciclo”.

Pero, cuantos de nosotros hemos silenciado esos principios para conseguir lo que queremos. Cuantas veces hemos dicho “ya pes diosito está vez no mas, después me porto bacán”. A quién engañamos y a quién hacemos daño

Por otro lado, fungiendo de abogado del diablo, por qué serle fiel a un principio cojudo. En la vida vale todo, si no lo hago yo, lo hará otro y me terminará liquidando y ganado ese puesto de trabajo que tanto necesito. Me terminará robando la chica que tanto tiempo estuve persiguiendo. Y me quedaré solo y misio…

¿Qué preferimos nosotros?. ¿Qué prefieren ustedes?, ¿El fin justifica los medios o no?

8 comentarios:

Unknown dijo...

Hasta que por fin publicas algo que no sea música y que bueno que sea un team tan controversial.

Evidentemente todos los moralistas saldrán a defender el debido proceso y las formas en que se consiguen las cosas. Pero cuantos de nosotros hacemos lo correcto y dejamos de lado las buenas maneras y la ética para obtener lo que queremos. Alguien puede decirme algo sobre esto. De otro lado, en la vida vale todo y a veces hacer lo estrictamente correcto se convierte en un error.

Con esto no quiero decir que mataría a alguien por lograr lo que quiero pero hay situaciones en que se justifica el fin por sobre los medios.

P.D: Los post de música están muy buenos, he bajado varios discos, pero escribes muy bien tus otros post.

Martín dijo...

Para Carmen Rosa, en primer término gracias por seguir el blog y tomarte el tiempo para comentar.

El tema es controversial, y lo único que pretendo con esto es ver cual es el punto de vista que tienen sobre las cosas y situaciones simples que a veces nos colocan en el dilema de lo bueno y lo malo.

Es cierto que hay situaciones en que hacer algo “no tan correcto” es más justificable que en otras, pero eso también nos convierte en personas que privilegiamos nuestro bienestar en deterioro de los otros. Otros me dirán: “y si uno no ve por si mismo quién lo hará”, También es respetable, pero solo comento lo paradójico que resulta ser moralista y tener principios éticos, algunas veces. Pienso que uno es o no es. No hay medias tintas.

Con respecto a los post musicales seguiré publicando, pero los días lunes y eventualmente con el Manual del Perfecto Errante

Alonso dijo...

hay circunstancias en que si vale todo. Por ejemplo si estamos en una situación de vida o muerte, qué vas a hacer?

Miriam dijo...

No estoy a favor ni en contra de eso. Pero ante una situación como define Alonso no se puede hacer nada aunque eso sería un escenario extremo.

Martín dijo...

Estimados Alonso y Miriam: En una circunstancia de vida o muerte, no entra a tallar la ética, pues en un “escenario extremo” como este se vulnera el derecho de los demás y se ataca la integridad de la persona.
Pongámosle un ejemplo: Un policía persigue a un ladrón y este último acecha contra el efectivo del orden con un cuchillo en la mano. El valioso ejemplar de la PNP abate al criminal en defensa propia a disparos. ¿Podríamos condenar al policía por matar a la victima y salir exitoso a costa de todo?.
En este caso el policía utilizó un arma más potente y más efectiva que el criminal, sin embargo, todo lo hizo en defensa propia.
El policía en cuestión, coimero y abusivo, en otros escenarios, actuó de manera instintiva y por tal procedimiento no se le podría juzgar ni catalogar de antitético y aprovechador.

Se le podría tildar de corrupto por recibir una coima y tachar de abuso de autoridad. Y decir eso no sería exagerar el 99,9 % de los policías son así y se han ganado esa fama a puro pulso.

Gracias por comentar

Anónimo dijo...

Buena Martín con este post. Luego de mucho dejas leer tu verdadero yo. Ojala que sigas con esta línea de manera seguida.

Con lo que refiere a la ética, siempre es un tema controversial y en cada situación las circunstancias son diferentes.

¿Qué hacer? Decisión difícil.

Carla dijo...

buen post! Sigue así

Martín dijo...

Para Anónimo y Carla:

Gracias por tomarse el tiempo de leer y comentar, con respecto a lo de “mi verdadero yo”, lo tomaré como un cumplido, aunque si en algo deja dudas esta frase, no la contextuaré de acuerdo al post.
Mi posición en cuanto a la ético es bastante escéptica, creo que la mayoría de personas, de una manera u otra logran lo quieren apelando a todo, más allá de los excesos ese es un común denominador de este mundo.
Saludos