09 mayo 2009

En contra de la política peruana

Aun en el presente siglo –siglo de incontables inventos técnicos, pero también el de la muerte de las ideas–, pareciera una broma de mal gusto que haya personas que odien tanto la política, particularmente, la peruana. Sin embargo, esto me sucede cada día que veo salir el Sol e inconcientemente mis oídos me hacen escuchar los discursos y los dictámenes de nuestros políticos –incluidos todos los que timando a la población se hacen de un cargo público–.

Odio la política peruana, porque hace fechas ha caído en manos de truhanes, quienes dicen ser formados en las mejores universidades, inclusive haberse perfeccionado en el exterior. Mas, a la hora de su accionar solo demuestran que saben hurtar, firmar oscuros tratados de comercio, vender la patria, dar conferencias para fabular la realidad del país y abultar las estadísticas.

Abomino la política que se forja en mi patria, ya que en ella se refugian abogados, economistas y todos los indignos. Los primeros, buenos para maquinar leyes a su favor y los segundos campeones en exhibir cifras que en ningún tiempo serán entendidas por el pueblo. Además, siento aversión por la política, porque es guarida de falsarios, beodos, oportunistas y de todos los que creen que hacer política es traicionar la verdad.

Fustigo la política de mi país, porque es la que media para enriquecer ilegalmente a los que la ejercen. Asimismo, es la encargada de subyugar a los que son obligados a ejercerla en cada proceso electoral. También la odio porque los que la profesan casi siempre son unas marionetas de terno azul oscuro, alegres y corruptos fantoches. El odio que le tengo, es mucho más que el que siento por la muerte. Por ello, cada día que amanece acumulo una ira más en contra de los que dicen personificarla.

Odio la política peruana, ya que es una amenaza contra la vida y el amor, los que la representan son un selecto grupo de bribones, embaucadores, charlatanes. Odio la política, porque los que la defienden son católicos, demócratas, defensores de los explotados. Aunque, esto lo griten a los cuatro vientos cuando están en campaña electoral, pero cuando ya ocupan el cargo, ya no son demócratas, ya están a lado de los explotadores, convertidos en Judas.

Finalmente, odio la política peruana porque no es un diáfano ideal que esclarezca mi conciencia, por el contrario es una oscuridad en mi destino.

Lee el a favor de la política peruana de Frank.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdón por la ignorancia, pero qué significa "fustigo" ya que su significado no sale en el diccionario.