Largos e intensos han sido los días que he agotado mi alma y mi pensamiento deliberando acerca de múltiples temas –los más importantes según mi parecer–, pero también, los menos trascendentales para muchos. Entre los temas que me han quitado mi ocupado y desocupado tiempo son: el amor, la justicia, la vida y la muerte. En esta primera meditación me ocuparé ligeramente del amor. Sobre el amor son tantos los escritos que se han hecho desde las primeras civilizaciones hasta nuestros días. Considerando sólo los poemas, cuentos y novelas de temática amorosa es probable que tarde mucho en hacer la lista.
El amor es una “padecimiento” del que nadie puede estar libre, pues es una combinación difícil de entender; hay mucho de sentimiento, de pasión, de euforia, de quimeras que ciñen y no sueltan al corazón, sea para bien o para mal. A aquél que ya le llegó, pareciera que permanece en un estado diferente al del resto de sus semejantes. Sus concepciones del mundo cambian y muchas acciones de su quehacer cotidiano también. Ningún hecho histórico, por cruel que sea, (guerras, desastres, epidemias) han podido ni podrán destruir el amor. Leamos este poema del poeta peruano Salazar Bondy.
Escribo la palabra amor
porque tiene luz propia,
pero enseguida se apaga.
Es un estambre que brilla
en mi papel,
y empalidece.
El amor sobreviene
como el nocturno de la pradera,
y en vano se lo escribe
si encierran su fuego de máquina
como un felino,
como un loco.
Escribo la palabra amor,
trazo su chispa
y me quemo los dedos.
Nieva la vida de mi cuaderno.
2 comentarios:
Hola, espero y me recuerde, me gusta el escrito, aunque en ocasiones no es necesario abrir un "espacio" a una sencilla palabra que al parecer de muchos y del suyo tambien, no tiene limites, "definir es limitar".
Un gusto nuevamente...
definir es limitar, es una frase de wilde.
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